“Al agresor se le pone esta tobillera y a la victima se le da un dispositivo que acuse cuando el agresor está cerca. Sin embargo, estos agresores pueden cometer otro tipo de delitos donde no es posible, a través de la utilización de este mecanismo de tobillera electrónica, prevenir la comisión de estos delitos. Por lo tanto, en ese sentido, no sirven para estos efectos”, señaló nuestro gerente general, Juan Enrique Suárez.